Era de madrugada. Llovía. Estaba adormilado, en esa fase en la que no estás completamente dormido, pero tampoco despierto: el duermevela lo llaman algunos. La lluvia caía sin cesar, y la mañana no quedaba ya muy lejana. Entonces, algo hizo que un destello inundase su habitación de luz y le hiciera despertar de golpe.
Aún practicamente entre sueños, recibió el segundo y mayor sobresalto. Un estruendo increíble, el sonido más grande que jamás había escuchado en su vida. Un brutal golpe de efecto en el silencio de la madrugada. A lo largo de cinco segundos, que le parecieron muchos más; una sensación de desconcierto se apoderó de su pecho y su estomago se encogió considerablemente. Entonces, tras muchos pensamientos sobre qué podía haber originado ese ruido tan ensordecedor; acertó al pensar por fin, que era un trueno fruto de la tormenta que asediaba el cielo de su ciudad.
Tras el susto, llegó la mañana y con ella un nuevo día. Fue al bajar a la calle cuando se percató de que aquel trueno no llegó por casualidad. Todo tiene un porqué, y en ese momento comprendió que lo que había vivido aquella madrugada era producto de la magía, ya que al bajar a la calle todo el mundo hablaba y comentaba su vivencia. Algo realmente difícil en el mundo actual, en el que apenas se habla más que un "hola y adios", como mucho un rápido "qué tal".
Aún practicamente entre sueños, recibió el segundo y mayor sobresalto. Un estruendo increíble, el sonido más grande que jamás había escuchado en su vida. Un brutal golpe de efecto en el silencio de la madrugada. A lo largo de cinco segundos, que le parecieron muchos más; una sensación de desconcierto se apoderó de su pecho y su estomago se encogió considerablemente. Entonces, tras muchos pensamientos sobre qué podía haber originado ese ruido tan ensordecedor; acertó al pensar por fin, que era un trueno fruto de la tormenta que asediaba el cielo de su ciudad.
Tras el susto, llegó la mañana y con ella un nuevo día. Fue al bajar a la calle cuando se percató de que aquel trueno no llegó por casualidad. Todo tiene un porqué, y en ese momento comprendió que lo que había vivido aquella madrugada era producto de la magía, ya que al bajar a la calle todo el mundo hablaba y comentaba su vivencia. Algo realmente difícil en el mundo actual, en el que apenas se habla más que un "hola y adios", como mucho un rápido "qué tal".
2 comentarios:
Es un lujo meterse aquí a diario y comprobar que has actualizado ¡y con qué nivel!
Desde la envidia y la admiración un fuerte abrazo, compañero.
QUE MIEDO!
=)
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