jueves, 15 de mayo de 2008

Sweeney Todd: El barbero demoniaco de la calle Fleet, de Tim Burton

Esta tarde tuve la ocasión de volver a ver algunas de las escenas de la última película de Tim Burton. La película completa la pude ver apenas unos días después de su estreno. Antes de verla, pensaba que quizás el género musical no casaba mucho con las películas a las que nos tiene acostumbrado el director. Esa idea quedó totalmente relegada al rincón más lejano y oscuro de mi pensamiento tras terminar de ver el film.
Sweeney Todd es una adaptación del texto teatral con el mismo nombre. En ella, el barbero Barker vuelve a Londres con el pseudónimo de Sweeney Todd (Jhonny Depp) para dar venganza al juez Turpin (Alan Rickman), el hombre que años atrás le rompió su vida, al encarcelarlo para quedarse con su mujer y su recién nacida hija. En su viaje le acompaña Anthony Hope (Jamie Campbell Bower), un muchacho que le ayudó a escapar de la prisión. Tras llegar a la ciudad, perfectamente ambientada con un tono oscuro y tenebroso; Sweeney se topa con la señora Lovett (Helena Bonham Carter), una fracasada fabricante de empanadas caseras que le acoge en su tienda, que se encuentra justo debajo de la antigua barbería de Sweeney. Será entonces cuando el barbero y la cocinera comenzarán una extraña relación de simbiosis en sus propósitos, que permitirá a la señora Lovett levantar su negocio.
A partir de ese momento, el barbero intentará encontrar al juez Turpin de cualquier forma, para llevar a cabo su ansiada venganza. En su búsqueda encontrará con variedad de personajes, algunos mucho más relevantes de lo que parecen en el desarrollo de la trama. Alguno de estos personajes son el barbero italiano Pirelli (Sacha Baron Cohen), Johanna, la púpila del juez, que es interpretada por Jayne Wisener; o el niño Toby, interpretado a la perfección por Ed Sanders.
Una historia impresionante, basada según algunos en hechos reales; pese a que nunca se encontraron pruebas de que Sweeney existiera en realidad; que mantiene al público espectante durante toda la cinta. Las adaptaciones de las canciones son maravillosas, y pese a lo que presagiaba un musical de estas características, no se hacen pesadas en ningún momento.
Genial reparto para la realización de la película, con un genial Johnny Depp; una espectacular Helena Bonham Carter y un reparto muy completo. Cabe destacar, además, que las canciones son reales, y cantadas por los actores, que tuvieron que asistir a clases de canto para realizar el film. Sorprenden casi todos en este apartado, pero sobre todo Depp y Alan Rickman, que deslumbran con sus voces al espectador.
En definitiva, una genial película de Tim Burton, como era de esperar. Ahora es cuando se puede decir que practicamente ningún género se le puede resistir a este estrambótico director y guionista.

1 comentario:

0000009 dijo...

me encanto!
ya lo sabes
con esas canciones tan buenas
y esa escenografia
genial

y comentada por ti queda guay
mucho mejor que las criticas de muchos que escriben en periodicos privados!!
te lo digo yo