jueves, 7 de agosto de 2008

Gaudí y la puerta de los tres arcos

La vida está llena de leyendas. Que las creamos o no, depende de cada persona. Muchas de estas leyendas giran en torno a los artistas. Así, cuenta la leyenda que el obispo Grau encargó a Gaudí la construcción de un palacio en Astorga. Como no conocía la zona y no podía desplazarse hasta allí, le pidió fotografías de la ubicación para empezar su proyecto. De esta forma, terminó sus planos y comenzó la construcción del proyecto.
Cuando el levantamiento del palacio estaba a la mitad, algo hizo que la obra se detuviese. El problema provenía de la puerta de los tres arcos con la que el arquitecto dotó al edificio. Ningún obrero de los que formaban la cuadrilla acertaba a construirla, y esta se derrumbaba cada vez que la intentaban levantar.
Entonces, ante la impotencia de los obreros y los supervisores, decidieron que la solución era hacer llegar a Gaudí, ya que él si que podría llevar a cabo la acción. Entonces, el arquitecto llegó a León, rumbo a Astorga; con el objetivo de terminar la construcción del palacio, y así solucionar el problema de la puerta. Nada más llegar, preguntó cómo estaban intentando levantar la puerta y los obreros se lo explicaron. Cuando terminaron de hablar, enseguida se puso manos a la obra y en poco tiempo, consiguió levantar, con sus propias manos, la que se llamaría "la puerta de los tres arcos". Nadie supo cómo lo hizo, ni por qué a él no se le derrumbó, ni qué método siguió...
Lo que si se sabe es que cada vez que alguien pasa por debajo o se sitúa frente al edificio, no puede evitar dirigir su mirada hacia ella, aunque no conozca la historia. Los genios también guardan secretos...



Palacio Gaudí (con la puerta de los tres arcos). Astorga (León)
Autor: Yo (http://flickr.com/photos/le_txetxu)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un genio, al igual que un mago, no revela nunca sus secretos.

Vale la pena ir hasta allí para verlo con tus propios ojos, `y esperar hasta estar cerca, para ver los arcos de lejos, y que "alguien" comience a contar la historia.

Un bezutu.

Pablo Álvarez dijo...

Debería hacer un sitio en mi agenda para acercarme hasta allí?? Se intentará en octubre, ya que me voy a Galicia, jeje.
No conocía la historia pero si me paso por allí alardearé de conocerla.
Un abrazo

Águeda Torrado dijo...

uno de los poquitos de astorga dignos de visitar... una ciudad un poquito aburrida, pero bella, como todas

un saludo

Anónimo dijo...

Astorga… otro lugar para conocer mejor, me faltaron muchas cosas por enseñaros y que me hubiera gustado que vierais. Pero ese día creo que estábamos todos algo cansados, y no había muchas ganas, y más cuando sabia que teníamos que ir a Castrillo de los Polvazares, que es otro lugar precioso.
Con esto quiero decir que tenemos que visitar de nuevo estos dos lugares y ver todos sus encantos.
Sobre la historia que has contado, no sabía nada y mira que he ido veces a Astorga e incluso con guía pero como de costumbre cuando la estarían contando yo estaría en mi mundo paralelo.

Un besazo pequeño

Jesús V.S. dijo...

El truco está en no revelar el truco Anónimo 1. Si vale la pena ir allí y verlo. Otro beso.

Pablo, que tu agenda te permita marchar hasta allí, que a ti te gustaría mucho seguro. Otro abrazo enorme.

Agueda Torrado: gracias por pasarte por el blog. Astorga, una ciudad como tantas otras, aunque con algunos lugares diferentes. :)

Anónimo 2, lo mismo que te dije en el texto anterior. Simplemente gracias.