Cuando terminé de ver esta maravillosa película, no pude casi articular palabra sobre ella. ¡Qué preciosidad de historia! Todo comienza cuando James Barrie (Johnny Depp) triunfa entre la alta sociedad con su última obra de teatro. No obstante, no quiere seguir escribiendo siempre sobre lo mismo y caer en la rutina, para ser un escritor más. Así, decide buscar la inspiración para hacer algo diferente.
Encontrará a ésta una tarde, mientras pasea por el parque con su san bernardo Porthos; y adquirirá forma de una madre con sus cuatro hijos, los Llewellyn Davies. Barrie comienza a entablar amistad con la madre de los niños, Sylvia, interpretada por una soberbia y bellísima Kate Winslet, y con los cuatro pequeños. De esta forma, empezará a crear mundos imaginarios junto a ellos, en los que conseguirá que estos se evadan, e incluso escapar de su propia realidad. Esta situación no será aprobada por la abuela de los niños (Julie Christie), y supondrá un aderezo a la mala relación del dramaturgo con su mujer, caracterizada por la actriz Radha Mitchell, en un papel bastante bueno.
Así, de esta relación de amistad entre la familia Davies y el escritor, surgirá poco a poco su obra maestra: Peter Pan. Mezclando realidad y fantasía a grandes dosis, llegará el revés definitivo, que hará a los personajes aprender a vivir la realidad y a sobreponerse a los problemas.
Lo más destacado de la película, para mi, son los planos en los que la fantasía se mezcla con la realidad de la familia; y la mejor escena, sin duda, incluso diría que una de las mejores que he visto en los últimos tiempos: la escena en la que Sylvia entrará en el particular Nunca Jamás que le muestra Barrie.
Emotiva, tierna y desgarradora; Marc Forster consigue dar un giro más a la historia de Peter Pan, gracias a otra interpretación magistral de Johnny Depp, junto a Kate Winslet y Dustin Hoffman, en el papel de productor de Barrie. Además, sobresaliente actuación del niño que interpreta a Peter, uno de los niños Davies (Freddie Highmore). Una historia maravillosa, que merece la pena ver, al menos una vez.
Así, de esta relación de amistad entre la familia Davies y el escritor, surgirá poco a poco su obra maestra: Peter Pan. Mezclando realidad y fantasía a grandes dosis, llegará el revés definitivo, que hará a los personajes aprender a vivir la realidad y a sobreponerse a los problemas.
Lo más destacado de la película, para mi, son los planos en los que la fantasía se mezcla con la realidad de la familia; y la mejor escena, sin duda, incluso diría que una de las mejores que he visto en los últimos tiempos: la escena en la que Sylvia entrará en el particular Nunca Jamás que le muestra Barrie.
Emotiva, tierna y desgarradora; Marc Forster consigue dar un giro más a la historia de Peter Pan, gracias a otra interpretación magistral de Johnny Depp, junto a Kate Winslet y Dustin Hoffman, en el papel de productor de Barrie. Además, sobresaliente actuación del niño que interpreta a Peter, uno de los niños Davies (Freddie Highmore). Una historia maravillosa, que merece la pena ver, al menos una vez.
2 comentarios:
Llevas toda la razón es una grandísima película, pero claro con ese reparto cualquiera hace una mala cinta.
Realmente te descubre al niño que llevas dentro. Y yo, por lo menos, disfrute como un enano.
Te recomiendo que veas "Gracias por fumar", muy interesante la película. Ahhh y que vayas por Dios a ver la nueva de Batman, increíble el Joker.
yo llore tanto...
la vi en el cine con mi mama..y es realmente genial. El niño es increible, y la conversacion en el banco al final... abruma de la emocion que llega a acumular...
un besito! ya desde madrid.
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