Y allí estaba, sentado en alguna zona del interior de España, en la noche. Profunda y oscura noche. Entonces, una vez que estuvo completamente adentrado en las afueras del pueblo en el que se hospedaba, miró hacia el cielo. Al levantar la cabeza, descubrió una imagen que jamás olvidaría en su vida. Una inmensa manta de estrellas se elevaba sobre ellos, que miraban anonadados. Se veían todas, incluso la vía lactea, espectacular; y cada una guardaba una luz diferente, que llegaba como un regalo a sus pupilas.
Después de observar durante un rato, alguien habló de estrellas fugaces; y en ese mismo instante pasó una: la primera que recordaba haber visto en toda su vida. Se le olvidó pedir un deseo. Ya lo haré en la próxima que vea -pensó cuando la vio escapar y apagarse.
Siguió mirando hacia arriba, como buscando una respuesta inconclusa. Sin salir de su asombro, giró la vista hacia su izquierda, buscando una mirada complice en los ojos azules de su amiga, que le había hablado antes de ese cielo. Pero la mirada no llegó, estaba distraída. Volvió a buscarla, pero no la encontró. En el momento en el que supo que no llegaría, le quedó claro que le dedicaría este fragmento. Gracias.
Siguió mirando hacia arriba, como buscando una respuesta inconclusa. Sin salir de su asombro, giró la vista hacia su izquierda, buscando una mirada complice en los ojos azules de su amiga, que le había hablado antes de ese cielo. Pero la mirada no llegó, estaba distraída. Volvió a buscarla, pero no la encontró. En el momento en el que supo que no llegaría, le quedó claro que le dedicaría este fragmento. Gracias.
4 comentarios:
Qué preciosidad. Será que la de los ojos azules estaba más acostumbrada a esa espectacular vista y por eso no encontraste su mirada.
Me quedó muy claro que no hace falta irse muy lejos para ver algo tan descomunal. Sabes que me dió miedo al principio, pero luego, cuando vi tu cara al señalar "tu primera estrella fugaz" se me pasó todo.
Ahora sabes que esa estrella no era una cualquiera, sino una lágrima de san lorenzo, que te estaba esperando para que la encontraras, ella sabía que era la primera, y quiso brillar para tí y sólo para tí.
Un besito.
Se me ha olvidado comentar tu fotografía.
Qué suertudo! Pudiste captar una milésima parte del brillo de la noche, que no es poco.
=)
No sé porqué sabia que tarde o temprano íbamos a ir a ese lugar en el interior de España y que os iba a regalar esa imagen que se queda guardada en la retina para el resto de nuestras vidas.
Puede que no te respondiera con la mirada, pero sí mire a cada uno de vosotros en el momento que llegamos a esa oscuridad entre el la laguna y las bodegas, y vi como vuestros ojos parecían brillar más que la Estrella Polar intentando. Recuerdo mucho caras, la forma de mirar alguna de las cosas o lugares que vivimos, nunca pensé que volvería al pueblo como ya habéis comprobado no hay gran cosa allí, más que la luz de las estrellas y en este viaje no solo he tenido eso sino muchísimas cosas más asique gracias, gracias a todos.
Por cierto la próxima vez intentare responderte.!!!!!!!!!!!
Gracias por este viaje, por llevarnos a “ese lugar del interior de España” y cuando queráis y se pueda se puede volver.
Un besazo enorme! Y gracias de nuevo por todo
PD. La fotografía es brutal!
Anónimo 1, gracias por tus comentarios. No hay que irse tan lejos para verlo, pero seguramente lejos habrá otras cosas distintas e igualmente dignas de ver. Otro besito.
Anónimo 2, gracias a ti por todo lo que haces sin pedir a cambio nada más que una sonrisa. Este viaje sin ti no hubiera tenido lugar. No te preocupes por no haber visto mi mirada, ya te dije que a menudo busco la mirada para establecer algún tipo de complicidad. Este texto es para ti. Gracias Bea.
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