Ayer estuve todo el día con una canción en la cabeza, de ese continuo tintineo salió esta historia, que espero les guste.
En el café estaban sentados en una mesa. María, así se llamaba ella, y el chico no lo sabremos. La conversación era agradable y en un momento dado giró hacia el tema de la música. Entonces, algo hizo que la atmósfera cambiara, y el universo lo percibió.
- Con tu nombre se han escrito canciones muy bonitas. A mi me encanta una de Los Secretos, seguro que la conoces -comentó en ese momento el chico.
María experimentó una sensación de opresión en el pecho. Muchas veces había podido hablar del tema sin problemas, pero hoy era un día especial; se sentía un poco más sola. Ahora su compañero se habría quedado sin palabras, habría pensado que estaba loca... no querría volver a tomar café con ella. Lo sentía, de verdad. Sentía no haber sido capaz de mantener la compostura y explicarle qué pasaba con esa canción.
Tras la caminata hacia su casa, por fin llegó y puso la radio. Pero cuando algo quiere llegar a ti y ser transmitido no hay nada que lo detenga. Nada más poner el interruptor en "On" lo primero que escuchó fue aquello que menos deseaba escuchar en ese instante. Los versos retumbaron como tambores en sus oídos.
En el café estaban sentados en una mesa. María, así se llamaba ella, y el chico no lo sabremos. La conversación era agradable y en un momento dado giró hacia el tema de la música. Entonces, algo hizo que la atmósfera cambiara, y el universo lo percibió.
- Con tu nombre se han escrito canciones muy bonitas. A mi me encanta una de Los Secretos, seguro que la conoces -comentó en ese momento el chico.
María experimentó una sensación de opresión en el pecho. Muchas veces había podido hablar del tema sin problemas, pero hoy era un día especial; se sentía un poco más sola. Ahora su compañero se habría quedado sin palabras, habría pensado que estaba loca... no querría volver a tomar café con ella. Lo sentía, de verdad. Sentía no haber sido capaz de mantener la compostura y explicarle qué pasaba con esa canción.
Tras la caminata hacia su casa, por fin llegó y puso la radio. Pero cuando algo quiere llegar a ti y ser transmitido no hay nada que lo detenga. Nada más poner el interruptor en "On" lo primero que escuchó fue aquello que menos deseaba escuchar en ese instante. Los versos retumbaron como tambores en sus oídos.
"Agárrate fuerte a mi, María,
Y no llores más por mi
Volveré a por tí algún día,
y escaparemos de aquí"
Y no llores más por mi
Volveré a por tí algún día,
y escaparemos de aquí"
Lo dicho, como tambores que retumbaban sin cesar en su cabeza. Parecía como si alguien le tratase de decir algo. Pero no estaba surtiendo efecto, pues una lagrima ya caía besando sus mejillas. Entonces lamentó más que nunca no haber dicho a su acompañante que aquella canción se la habían escrito a ella hacía unos años; y alguien a quien apenas conoció. Si lo hubiera hecho, quizás, quien sabe, él podría estar abrazandola en ese momento...
2 comentarios:
mi canción =)
bonita historia.quiza maria no supiera que se escribio para que la abrazara esa persona...
y no mencionaste la droga!
ja,ja,ja,ja,ja
=)
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