Sonriente caminaba por una calle de las más góticas de la ciudad. Le habían hecho un regalo al pasar por la librería. Un libro, y con el libro una rosa, y con la rosa una sonrisa, y con ella una pizca de felicidad; algo muy difícil de regalar. Mira a su alrededor y todos son una pizca más alegres hoy. Bendice aquel día en el que Sant Jordi se convirtió en un día de los enamorados para Cataluña, allá por el siglo XV. Le encanta ese día, pese a haberlo vivido tan solo en dos ocasiones.
- ¿Por qué se regalarán rosas, si es el día del Libro? -preguntó a su amiga, ya que llevaba poco tiempo en Barcelona.
- Verás, guapa -atajó un señor que estaba leyendo a su lado cuando pasaron- La tradición es antigua. En la Barcelona del Siglo XV, se celebraba la Feria de los Enamorados en el día de Sant Jordi y a las mujeres que acudían a misa en la capilla dedicada al santo recibían una rosa como regalo -concluyó el hombre.
- Ahora se regala un libro también como conmemoración del día del libro, lo cual lo hace aún más bonito -añadió su amiga.
- Exacto y evidente -contestó el hombre.
En ese momento, ella percibió algo extraño en la voz del hombre, pero no supo concretar el qué (si la propia voz, la frase...) Entonces el hombre levantó la cabeza y bajo su sombrero dejó entrever una sonrisa muy conciliadora y a la vez, misteriosa.
Tras pasar la tarde con su amiga, regresó a casa y miró su libro. Cuando lo giró para ver la contraportada se llevó una sorpresa mayuscula. La foto mostraba al hombre con quien había mantenido aquella agradable conversación hacía unas horas, y en la primera página estaba escrito con pluma:
"Para que nunca olvides el origen de la tradición de Sant Jordi. Con cariño"
Y la sonrisa de hace unas horas volvió a dibujarse en su cara. Entonces comprendió porque le había resultado tan familiar su voz.
- ¿Por qué se regalarán rosas, si es el día del Libro? -preguntó a su amiga, ya que llevaba poco tiempo en Barcelona.
- Verás, guapa -atajó un señor que estaba leyendo a su lado cuando pasaron- La tradición es antigua. En la Barcelona del Siglo XV, se celebraba la Feria de los Enamorados en el día de Sant Jordi y a las mujeres que acudían a misa en la capilla dedicada al santo recibían una rosa como regalo -concluyó el hombre.
- Ahora se regala un libro también como conmemoración del día del libro, lo cual lo hace aún más bonito -añadió su amiga.
- Exacto y evidente -contestó el hombre.
En ese momento, ella percibió algo extraño en la voz del hombre, pero no supo concretar el qué (si la propia voz, la frase...) Entonces el hombre levantó la cabeza y bajo su sombrero dejó entrever una sonrisa muy conciliadora y a la vez, misteriosa.
Tras pasar la tarde con su amiga, regresó a casa y miró su libro. Cuando lo giró para ver la contraportada se llevó una sorpresa mayuscula. La foto mostraba al hombre con quien había mantenido aquella agradable conversación hacía unas horas, y en la primera página estaba escrito con pluma:
"Para que nunca olvides el origen de la tradición de Sant Jordi. Con cariño"
Y la sonrisa de hace unas horas volvió a dibujarse en su cara. Entonces comprendió porque le había resultado tan familiar su voz.
4 comentarios:
una historia preciosa!
no conocía este lugar...
un besito
son textos q ya tenia en mi baúl, quería ponerlos aqui, subire alguno más que ya escribí una vez, y ya entonces, empezare desde el pricipio...=)
yo tmb te vere por aqui ^^
Sí, de hecho, es muy probable que la del viernes por la mañana en la Rambla fuera yo.
Precísamente iba a comprarle el libro del principito a un Jorge. La rosa iba dentro.
La próxima vez puedes pararme, es la mejor forma de asegurarte. Aunque también tiene su encanto eso de saberse observada (observador, en tu caso)una vez que ya ha pasado el momento.
A propósito, preciosa la historia de "La canción de María". Me hizo sentir, y pensar. Me identifico levemente con ella (aunque a mí aún no me han escrito nunca una canción).
Nos leemos!
Bxits
La 2 Noticias celebró el día internacional del libro de una forma muy especial
Si quieres verlo ;)
saludos
¡Ah! y os recomiendo leer Sin Ti.Cuatro miradas desde la ausencia.
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