jueves, 10 de abril de 2008

Cometas en el cielo, de Marc Forster

Cientos de cometas surcan el cielo azul entrelazandose entre ellas y peleando por la victoria en una capital de un precioso país. Hasta aquí podríamos estar hablando de Madrid, Paris, Londres o cualquiera de las ciudades que se estén imaginando en este momento. Pero no. La ciudad de la que hablamos es Kabul, la capital de Afganistan. En ella, dos pequeños amigos, Amir Jan y Hassan; un chico de otra etnia, compiten juntos por el campeonato de cometas. Tras el final del campeonato, una suceso desencadenará una espiral de resentimientos y activará un catastrófico mecanismo que hará que reine la frialdad y la distancia entre ellos.
Tras una vida completamente distinta con su padre en otro lugar del mundo, Amir (Khalid Abdallá) decide volver a la ciudad donde se crió para reparar el daño que en su momento causó y que no pudo olvidar jamás. En su estancia en Afganistan le tocará descubrir como ha cambiado su país en los años que ha estado fuera: los talibanes han llegado al poder y han eliminado todas los símbolos que les recordarán su pasado soviético; implantando así su nueva cultura y sus costumbres.
La película es magnífica, una adaptación de la novela de Khaled Hosseini que te mantendrá pegado a la pantalla con los sentimientos a flor de piel durante todo el tiempo que dura el film. El reparto de actores es excepcional, sobre todo la interpretación del padre de Amir Jan, Baba (Homayoun Ershadi) y de Rahim Khan (Shaun Toub).
En definitiva, una gran película llevada a cabo por el director norteamericano Marc Forster; que retrata a la perfección el ambiente que reína en el país afgano y los sentimientos de los personajes.

2 comentarios:

Anita dijo...

Me llamó mucho la atención cuando vi el trailer. De la novela, inculta de mí, no había oído hablar antes y me enteré al tiempo.
De todas formas, con esa crítica tendré que verla.

Un beso

Loren dijo...

A ver si la veo. Forster es un director de estudio bastante interesante (Monster Ball, Descubriendo Nunca Jamás, Más extraño que la ficción, etc)
Todavía tengo pendiente en los cine la última de Paul Haggis, En el valle de Elah y Mil años de oración de Wayne Wang (por favor, en cuanto puedas hazte con una copia de Smoke, una película sencilla que narra las historia de gente corriente; una auténtica maravilla)
Esta tarde no sé qué veré.

Un abrazo compañero.