miércoles, 7 de enero de 2009

Niñez

"En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta".

Pablo Neruda


Joder, tío, ¡cómo crecemos! - me decía Oskar, mientras hablábamos de las nocheviejas que habíamos pasado juntos -cuatro ya- desde que nos conocemos. La verdad es que sí. El tiempo avanza vertiginoso, y desde entonces -pensaba en ese momento- ha habido multitud de cambios. Cuando nos conocimos eramos niños todavía, la inocencia se nos desbordaba en cada paso. No medíamos más de un metro y ni siquiera teníamos barba. Ahora, en cambio, eso quedó atrás. Yo tengo perilla, y en cuanto me descuido, barba de tres o cuatro días -que no entiendo el porqué de esa denominación, si alomejor es de siete.
Sin embargo, no es libre si no aquel que vive siempre en la mente de un niño, o que guarda un rincón para ella, para no olvidarse del yo niño. Me gusta recordar al niño que hay en mi siempre que puedo. Por eso, montó en bici, juego con bolas de cristal de esas en las que cae nieve -tan simples-, las cuales siempre me encantaron. Y sueño, soy un soñador nato; de muchos de esas ensoñaciones, nacen los textos que escribo.
Esta mañana me di cuenta de esto, de una manera clara y sencilla. Acompañaba a Oskar y a su hermana de diez años -un amor de niña- a su casa, antes de comer. Habíamos estado viendo con Serly la película de La Sirenita, para que la viese la pequeña. Caminabamos tranquilos y de pronto, nos percatamos de que el lago estaba helado, cubierto de placas transparentes de hielo duro. Sin mediar palabra, cogimos piedras y las lanzamos al hielo. Así estuvimos un rato. ¡Qué bien se lo pasa uno tirando piedras al hielo! -pensé, mientras lanzaba una lo más lejos posible.
Asique, siempre que podáis, jugar. Intercambiad palabras con el infante que portáis en vuestro interior, volved a ver películas que os gustaban de pequeños, y todo ese tipo de cosas. En cada niño nace la humanidad.

9 comentarios:

S. Vigara dijo...

De esa manera nunca defraudaremos "al niño que llevamos dentro".

Una vez tuve una conversación interesante con mi hermana. Yo apenas tendría 10 años. Veíamos por la tele una guerra (de tantas).

-En el mundo no habría guerras si los presidentes fueran los niños. Porque los niños no quieren guerras- le dije en un alarde de razonamiento infantil

-Ya pero todos los niños crecen, y cuando esos presidente-niño crecieran harían exactamente lo mismo que sus mayores- me respondió sin dejar de mirar a la tele

-Entonces ¿quién sería el presidente más justo?

Tardó en responderme unos segundos. La miré ansiosa porque los hermanos mayores siempre tienen respuestas a todas las preguntas.

"Un poeta" Sentenció.

Supongo que los poetas siempren conserva su alma de niño, de ahí la respuesta de mi hermana. Y tu caso es un ejemplo perfecto.

Un besito! =)

S. Vigara dijo...

OH DIOS

MENUDO SERMÓN!


=)

Pablo Álvarez dijo...

Precioso. Me hizo recordar como me gustaba hacer el "gamberro" con el aro de baloncesto o remar en el retiro, aunque no me moviera del sitio porque no tenía suficientes fuerzas.

Estoy de acuerdo con Serly "Poetas for President".

Por cierto ya que hablo en inglés tu serías un: Born Dreamer.

Bueno un abrazo y que ustedes terminen bien las vacaciones que quedan.Ciao

MoT dijo...

Muy bonito txetxu. Un tema al parecer que todos tenemos en mente tras dejar la noche de Reyes dos días atrás. El "Sermón" de Serly, como dice,la doy toda la razón.

Es pero que fueran bonitos vuestros Reyes y que nunca dejéis de jugar, aunque os traigan carbón. seguro que sirve para romper el hielo :P

Un besito

Beatriz Cuesta Pérez dijo...

Me alegro que recordéis ese yo infantil. Es una impresionante cuando te lo encuentras de enfrente y actúas como una niña.

Algo parecido a lo que tú has expresado en el texto lo pensé el otro día en la cabalgata: bailando y cantando esos villancicos que ahora no nos gustan pero que de pequeños no quitábamos; peleándome con Sara por los caramelos....


Quizás, por eso me gusten tantos los renacuajos, por qué es cuando saco mi yo infantil,


Un besazo peque me ha gustado mucho el texto.

Loren dijo...

"En cada niño nace la humanidad"

Qué gran verdad.

Laura Martín-Pérez González dijo...

Qué tierna reflexión Txetxu.
Siempre que podamos jugaremos... bajaré a tirar piedras al lago yo también. Espero no dar a un cisne.. o a una rata:S

Ari Schreiber dijo...

quiero volver a ser niña :(

Jesús V.S. dijo...

Serly: Es importante vivir con el niño que llevamos dentro siempre. La anécdota me encanta, aunque el calificativo es demasiado. Gracias, aún así. :D (K)

Pablo: Gracias, amigo. A todos nos gusta recordar esos tiempos. ;)

Mot: Todo sirve para algo cuando eres niño. ;)

Bea: Tú, tienes a tu yo infantil siempre contigo, no sólo con los niños. Jeje. Es bueno eso, hasta cierto punto. ;)

Loren: Una frase preciosa, sin duda. Un abrazo grande.

Laura: Bajaremos a jugar al lago entonces. Un beso.

Uxia: Saca tu niña a relucir. Un beso.