Como cada martes se levanta, adormilado. Entre sábanas es donde quisiera permanecer un par de horas más, como mínimo. Pero no puede ser. El estridente sonido del reloj suena, destroza su armonía cálida de la habitación oscura. La balada del despertador, le llaman. No hay más remedio que levantar y lavarse la cara, entre bocados a un pastel de chocolate y sorbos ardientes a un colacao, o derivados.
Ducha rápida -si la puntualidad lo permite-, pequeña charla con sus padres, sin prácticamente nada que contar, pura rutina de la mañana que aún no acaba de entrar a sus ojos semicerrados. En pocos minutos desde el fin de la peor canción del mundo -el despertador-, sale de casa y cierra la puerta con llave.
Por la calle camina, a cinco minutos está el instituto. En el camino encuentra gente, no amigos, sólo gente. Los amigos los tiene, pero la mayoría no están en el mismo instituto que él. No importa, todos le conocen y saluda con una sonrisa mañanera y fría; porque las manos están a buen seguro del gélido ambiente, en los bolsillos del anorak.
Siempre sonríe, y es lo más importante de él; su capacidad de sonreír en momentos tan adversos. Todo pasa, y él está aprendiendo a vivir de otra manera su vida, a la fuerza; por lo que estoy ampliamente orgulloso de él.
Para Jandro, en el día de su cumpleaños -ya termina el ciclo de cumpleaños.
Ducha rápida -si la puntualidad lo permite-, pequeña charla con sus padres, sin prácticamente nada que contar, pura rutina de la mañana que aún no acaba de entrar a sus ojos semicerrados. En pocos minutos desde el fin de la peor canción del mundo -el despertador-, sale de casa y cierra la puerta con llave.
Por la calle camina, a cinco minutos está el instituto. En el camino encuentra gente, no amigos, sólo gente. Los amigos los tiene, pero la mayoría no están en el mismo instituto que él. No importa, todos le conocen y saluda con una sonrisa mañanera y fría; porque las manos están a buen seguro del gélido ambiente, en los bolsillos del anorak.
Siempre sonríe, y es lo más importante de él; su capacidad de sonreír en momentos tan adversos. Todo pasa, y él está aprendiendo a vivir de otra manera su vida, a la fuerza; por lo que estoy ampliamente orgulloso de él.
Para Jandro, en el día de su cumpleaños -ya termina el ciclo de cumpleaños.
4 comentarios:
A mi me gusta el ciclo de felicitaciones. Es una escusa perfecta para escribri cosas bonitas sobre alguien.
Hay algo que me gusta más de tu hermano que su sonrisa, su risa, siempre a carcajadas. =)
Un besín con sabor a tarta o a pastelitos.
Felicidades también para él entonces, un poco ya tardías.
Según leía me recordaste a como yo describí el amanecer de mi hermano... cosas de la fraternidad :) Bonita, la mires por donde mires
Un beso
Muchos cumpleaños hay en tu casa por estas fechas ¿no? jeje.
Felicidades también para él. Ha decir verdad me enteré no hace mucho quién era tu hermano...
¿Dónde has colgado el corto? Soy un poco torpe, no lo veo por ningún lado..
Hoy toca hablar en nombre del enano. Gracias. :D
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