Gracias Loren. Gracias Fante. Las novelas cortas suelen tener una historia aparentemente normal -que terminan siendo siempre las más apasionantes- y su calidad se reduce a la forma de escribir que hayan tenido sus autores, es decir, su estilo. Si tomamos esta afirmación como cierta, queda demostrado aquí que Fante es un gran escritor, con un estilo impecable, lirico.
En Pregúntale al polvo crea un universo de perdedores estrepitoso e increíble, pese a la amplia dosis de realidad que Fante inyecta en sus renglones. Una historia de un futuro escritor de Los Angeles, que vive enamorado de sus cuentos, y que transita por el mundo sin dirección fija, sobrellevando una historia de amor-odio muy peculiar con una camarera mexicana: Camila López.
En las páginas de este libro encontrarás grandes confesiones de los personajes -que harán que empatices mucho más con estos-, una realidad amarga y dulce a la vez -que supera con creces toda ficción que se imagine- y, sobre todo, un estilo lírico precioso que cautiva al lector desde la primera a la última página ("...caras tensas, preocupadas, desorientadas. Caras semejantes a flores arrancadas de cuajo y metidas en floreros bonitos, flores cuyos colores y matices se marchitarían pronto."). Para muestra la historia de Vera Rivken, preciosa, repleta de bocados de realidad, amarga y a la vez bonita desde su esencia más pura.
Coincido, al cien por cien, con la descripción que me dieron hace unos días de la novela: es un libro con el que se aprende a escribir. Merece la pena pasar unos ratos de tiempo libre en su lectura. Ya me contarán, si lo hacen.
En las páginas de este libro encontrarás grandes confesiones de los personajes -que harán que empatices mucho más con estos-, una realidad amarga y dulce a la vez -que supera con creces toda ficción que se imagine- y, sobre todo, un estilo lírico precioso que cautiva al lector desde la primera a la última página ("...caras tensas, preocupadas, desorientadas. Caras semejantes a flores arrancadas de cuajo y metidas en floreros bonitos, flores cuyos colores y matices se marchitarían pronto."). Para muestra la historia de Vera Rivken, preciosa, repleta de bocados de realidad, amarga y a la vez bonita desde su esencia más pura.
Coincido, al cien por cien, con la descripción que me dieron hace unos días de la novela: es un libro con el que se aprende a escribir. Merece la pena pasar unos ratos de tiempo libre en su lectura. Ya me contarán, si lo hacen.
3 comentarios:
De nada, amigo. Me ha encantado la reseña. Es una novela preciosa, la verdad, además creo que es una historia que nos toca mucho a personas como tú o como yo.
Ya te pasaré más libros de Fante.
Un fuerte abrazo.
Tomo nota.
Te respondí antes en mi blog pero como igual no vuelves hasta que publique de nuevo te dejo otro aqui.
Te decía que no me des las gracias y que si comento algo aqui es porque realmente me gusta.ah! y que espero que sepas que si te escribo es con total y absoluta franqueza. :)
Bicos, Uxia.
Loren: Es una novela preciosa, sin duda. De hecho, me la quise leer desde una tarde que me dijiste que te recordaba a gente como nosotros. :) Los leeré encantado. Otro abrazo fuerte para ti. :)
Uxia: Toma nota, que es preciosa. Leí tu respuesta en tu blog, tranquila. :) Un beso ;)
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