¿A quién llamáis loco? Detenéos a observar a vuestro alrededor, comprenderéis que todo lo que habíais creído hasta ahora se desvanece, y tal vez los locos no sean más que ustedes, sorprendentemente. Béndito al que llamáis loco, pues de su boca salen las palabras más coherentes sobre el mundo en el que vivimos, todos.
Mírome, sentado en un escritorio rojo, como según dicen algunos: la pasión, no sé si creerlo -¿por qué no puede ser azul o verde?- o no creerlo. Mírome, andaba diciendo, observando mi propio mundo y el de los que a mi se adhieren, como inevitables vecinos; y quedando perplejo a cada acción de éstos y aquellos.
¿De qué te sorprendes?; habla una voz que no reconozco en mi cabeza -quizás sea mi propia voz, dicen que desde dentro se escucha distinta- y que me incita a divagar por pensamientos forjados en la base del aburrimiento. Me sorprende, pues, la locura de aquellos que son capaces de llamar locos a los que no se ajustan a sus cánones; porque hoy en día los locos son las personas más brillantes, los más sabios. Sólo tenéis que dedicar un par de minutos a escucharlos. Todo se basa en las oportunidades dadas.
De esta manera, locos llamáis hoy a los que son capaces de leer los labios, a los que siguen unos principios morales distintos a los vuestros, a los que escriben palabras invisibles en los espejos, a los artistas callejeros... De locos está el mundo lleno, en la misma proporción que de cuerdos, como así los hacéis llamar; y es que en toda persona conviven ambos. Si no lo creen, busquense en los adentros... y disfruten del resultado.
Mírome, sentado en un escritorio rojo, como según dicen algunos: la pasión, no sé si creerlo -¿por qué no puede ser azul o verde?- o no creerlo. Mírome, andaba diciendo, observando mi propio mundo y el de los que a mi se adhieren, como inevitables vecinos; y quedando perplejo a cada acción de éstos y aquellos.
¿De qué te sorprendes?; habla una voz que no reconozco en mi cabeza -quizás sea mi propia voz, dicen que desde dentro se escucha distinta- y que me incita a divagar por pensamientos forjados en la base del aburrimiento. Me sorprende, pues, la locura de aquellos que son capaces de llamar locos a los que no se ajustan a sus cánones; porque hoy en día los locos son las personas más brillantes, los más sabios. Sólo tenéis que dedicar un par de minutos a escucharlos. Todo se basa en las oportunidades dadas.
De esta manera, locos llamáis hoy a los que son capaces de leer los labios, a los que siguen unos principios morales distintos a los vuestros, a los que escriben palabras invisibles en los espejos, a los artistas callejeros... De locos está el mundo lleno, en la misma proporción que de cuerdos, como así los hacéis llamar; y es que en toda persona conviven ambos. Si no lo creen, busquense en los adentros... y disfruten del resultado.
4 comentarios:
me encanto la estructura del texto, los términos hoy más en desuso. Literatura pura..leía y oía hablar a alguien muy mayor, muy seguro, con mucha experiencia.
Opino como tu..respecto los "locos", además de los"raros" y "diferentes". Supongo que todos ellos son los colores de la vida.
¿tu que color eres?
un beso!
¿Que decimos por “loco”? ¿Aquel que no es como nosotros?, ¿Quién no está loco? ¿Quién no ha hecho una locura y se le ha considerado como un loco? ¿Pero quién es el loco el que lo hace o el que lo dice?
Un beso
María: Gracias por todo lo que dices. Yo creo que sería algún color alegre, pero poco llamativo. Quizás el verde o un rojo no muy fuerte. ¿Y tú?
Un beso.
Anónimo: Busca las respuestas a tus preguntas, yo ya tengo las mías. Para mi no hay diferencia entre locos y cuerdos; todos somos ambos. Otro beso.
hermoso, simplemente hermoso; pero ¿por que pensamos que el estar loco es malo?hay locos muy exitosos o mas cuerdos que los cuerdos, o no?
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