Cuando una película cuenta una buena historia, queda menos trabajo por hacer; y si encima el guionista es Rafael Azcona acompañado de Jose Luis Cuerda (La lengua de las mariposas, Amanece que no es poco...), mucho menos. Todo esto sigue en progresión ascendente si le añades un gran reparto (Maribel Verdú, Javier Cámara, Raúl Arevalo, José Ángel Egido...) Esto es lo que le ocurre a la película Los girasoles ciegos, adaptación de la novela de Alberto Méndez de idéntico nombre.
La película escoge una de las historias que cuenta la novela, la de una familia en la que de puertas para dentro todo se convierte en un secreto. El padre, Ricardo, interpretado por un genial Javier Cámara, se esconde de los militares en su propia casa, donde vive junto a su hijo pequeño (Roger Príncep; El orfanato) y su mujer, Elena, interpretada por la bella Maribel Verdú, grandísima actriz; que cuaja un papel sensacional, dejando escenas espectaculares para los ojos del espectador. Además de estos personajes, aparece la hija de la familia Elenita (Irene Escolar), que se fuga con su novio Lalo, un poeta de izquierdas que tiene que huir buscando la frontera portuguesa (Martín Rivas).
Pese a parecer otra película más de la guerra civil, es distinta, ya que como decía el propio director, José Luis Cuerda; no trata de enfrentar el bien y el mal, ya que según comenta todos los personajes tienen un momento de bondad. Cuenta con un gran reparto, entre los que destacan Maribel Verdú, Raúl Arévalo, que hace que su personaje te haga sentir algo hacia él; y José Ángel Egido, que mantiene unas conversaciones geniales con Salvador (Raúl Arévalo).
Si tuviese que destacar algo, destacaría las dos escenas más dramáticas: en la que Ricardo grita envuelto en rabia y locura y Elena sólo puede calmarle con su amor, con un plano contrapicado excelente; y la escena del grito de Maribel Verdú, para mi la más desgarradora de la película.
Desgarradora y emotiva, trata sin miedo la época de la posguerra, sin caer en comparaciones y dejar entrever posturas. Muy buena película, que se recordará seguramente como el último guión de Azcona.
Pese a parecer otra película más de la guerra civil, es distinta, ya que como decía el propio director, José Luis Cuerda; no trata de enfrentar el bien y el mal, ya que según comenta todos los personajes tienen un momento de bondad. Cuenta con un gran reparto, entre los que destacan Maribel Verdú, Raúl Arévalo, que hace que su personaje te haga sentir algo hacia él; y José Ángel Egido, que mantiene unas conversaciones geniales con Salvador (Raúl Arévalo).
Si tuviese que destacar algo, destacaría las dos escenas más dramáticas: en la que Ricardo grita envuelto en rabia y locura y Elena sólo puede calmarle con su amor, con un plano contrapicado excelente; y la escena del grito de Maribel Verdú, para mi la más desgarradora de la película.
Desgarradora y emotiva, trata sin miedo la época de la posguerra, sin caer en comparaciones y dejar entrever posturas. Muy buena película, que se recordará seguramente como el último guión de Azcona.
3 comentarios:
Estoy deseando de verla.
Cuerda siempre es interesante, Azcona es un genio, y el libro es emotivo y desgarrador.
Un abrazote.
Pues vivo justo en la plaza mayor que sale en esa peli...que por cierto, si el libr me parece genial, la peli tiene buena pinta. Un saludito.
Loren, creo que te gustará. Yo no he leído el libro antes de ver la peli, aunque me hubiese gustado hacerlo. La película me gustó mucho. Ya me contarás. Otro abrazo. :)
Uxía, es curioso, pero me tiré buena parte de la película diciendo que el pueblo era precioso. ¿Dónde es exactamente donde vives? La película es buena. Otro saludo. :)
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