Cuando me hablaron por primera vez de esta película no lo hicieron con palabras. Fue con música, con su banda sonora; y quien la tocaba, por aquel entonces no era más que un simple amigo, pero ahora es mi hermano, mucho más allá de eso. Desde aquella tarde esa canción se instaló en un rincón de mi cabeza, y a menudo sale a la superficie, para relajarme. Recuerdo haberla escuchado tocada por él, en multitud de entornos, cada cual más propicio.
Es impresionante como en torno a un piano se puede llevar a cabo una extraordinaria obra como esta. Todos los apartados son geniales: fotografía, reparto, con Sam Neill, Holly Hunter, Harvey Keitel y la pequeña Anna Paquin. La historia comienza cuando Ada (Holly Hunter), muda desde los 6 años, es vendida en matrimonio a Allisdair Stewart (Sam Neill). Así, con su hija y su piano llegan en barco a Nueva Zelanda, donde les espera Stewart. Sin embargo, a su llegada, su futuro marido impide que el piano sea llevado a casa y lo deja abandonado en la playa.
Poco después será recuperado por un vecino amante del sonido de este instrumento, George Baines, interpretado por un soberbio Harvey Keitel; que propondrá un pacto un poco extraño a Ada para que recupere su piano: cada vez que pase una tarde con él, recuperará una parte de su piano y podrá tocarlo en esa tarde. Poco a poco, este extraño pacto pasa a convertirse en un atisbo de amor, que cambiará por completo el hilo argumental de la película.
Sin duda, es una bellísima película, con una perfecta fotografía (destaco las escenas en las que el piano se encuentra aún en la playa) y una magnífica interpretación por parte del reparto, con dos oscars: el de la niña, Anna Paquin, a la mejor actriz de reparto, y el de Holly Hunter, que se llevó el Oscar a la mejor actriz principal, por su gran papel. Resulta increíble como, sin decir ni una sola palabra en las dos horas, consigue impactar y hacer sentir su dolor y su situación al público. Además, la película regala una magnífica banda sonora, interpretada por el pianista Michael Nyman, con una melodía estelar y especialmente preciosa.
Concluyo. Si no habéis tenido la ocasión de ver esta película os aconsejo que lo hagáis cuanto antes, pues es una verdadera joya. Y si conocéis algún pianista que no la haya visto, recomendarsela, seguro que le encanta.
Poco después será recuperado por un vecino amante del sonido de este instrumento, George Baines, interpretado por un soberbio Harvey Keitel; que propondrá un pacto un poco extraño a Ada para que recupere su piano: cada vez que pase una tarde con él, recuperará una parte de su piano y podrá tocarlo en esa tarde. Poco a poco, este extraño pacto pasa a convertirse en un atisbo de amor, que cambiará por completo el hilo argumental de la película.
Sin duda, es una bellísima película, con una perfecta fotografía (destaco las escenas en las que el piano se encuentra aún en la playa) y una magnífica interpretación por parte del reparto, con dos oscars: el de la niña, Anna Paquin, a la mejor actriz de reparto, y el de Holly Hunter, que se llevó el Oscar a la mejor actriz principal, por su gran papel. Resulta increíble como, sin decir ni una sola palabra en las dos horas, consigue impactar y hacer sentir su dolor y su situación al público. Además, la película regala una magnífica banda sonora, interpretada por el pianista Michael Nyman, con una melodía estelar y especialmente preciosa.
Concluyo. Si no habéis tenido la ocasión de ver esta película os aconsejo que lo hagáis cuanto antes, pues es una verdadera joya. Y si conocéis algún pianista que no la haya visto, recomendarsela, seguro que le encanta.
4 comentarios:
en cuanto pueda la vere. me encanto el argumento y que te gustara tanto, ya me convneció. avisare a mis pianistas conocidos :)
un besin
Desde Navarra disfrutando del aire limpio y la cerveza bien fría tras la jornada de trabajo, haré lo imposible por verla-
P.D: Muchas gracias por tu comentario en "el Vermu", tengo preparadas otras veinti-tantas entradas y descuida que gracias a vuestras insistentes peticiones lo iré sacando.
>Buen Verano chaval. UN abrazo.
Tengo una anécdota graciosa sobre esta película:
Mi tía, que vivía en Asturias, se iba un año a vivir a California. Antes de irse, estuvo unos días en Madrid, visitando a mis padres.
Para practicar su inglés, fue con mi padre al cine de versión original a ver... EL PIANO...
Dice que mucho inglés no aprendió y todavía hoy se ríe de ello.
Un beso!!
Pues en cuanto puedas, debes verla. Ya me contarás. Es muy bonita. Un beso.
Pablo que esas veinti-tantas se hagan realidad, que la idea es buena. Respecto a la peli, lo mismo que antes. En cuanto puedas, tienes que verla. Un abrazo.
Es una anécdota curiosa, Ana. :) ¿Tú la has visto? Si no, igual que les dije a los demás. Otro beso.
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