martes, 15 de septiembre de 2009

¿Para qué quiero despertar?

¿Y despertar para qué? ¿Para descubrir que todo era un sueño? ¿Cómo reconocer si el paseo con aquella chica era real o una mentira producida por la fase REM de cada noche? Si al fin y al cabo nadie tiene conciencia de si mismo mientras está dormido. Ni tan siquiera sabemos si mientras dormimos el mundo sigue estando ahí. Es improbable. Nuestro cuerpo puede desvanecerse cada noche mientras creemos que está abatido sobre la cama.

Sin embargo, ese día él tuvo que despertar. El repicar del parpadeo de sus ojos en medio del silencio le hizo saltar de la cama para descubrir que no dormía con alguien, como hubiera sido capaz de asegurar hacía unos segundos. Todavía sentía el calor de la mano de aquella chica sobre la suya. ¿Pero quién era? Hasta hacía un momento había sido su novia, pero realmente ya no la conocía. Pese a haberse levantado pensando en ella.

¿Y si fuera verdad lo que ella le había dicho y todo hubiese sido un sueño, producto de su fantasía? Se asomó a la ventana de su cuarto, pero ni lo que encontró debajo de ella era lo que estaba acostumbrado a encontrar cada madrugada. Además afuera diluviaba de manera extraña. Nunca había visto aquel adoquinado ahí abajo; siempre había estado el cruce de carreteras en el que a menudo colisionaban vehículos.

Empezó a aflorar una partida de nervios por su cuerpo, y una angustia que no recordaba de otras ocasiones le invadió las entrañas hasta el punto de querer gritar e incluso llorar de manera estrepitosa. ¿Y si aquella chica con la que había paseado en una noche fresca de verano fuese invención de un original azar de sueños? ¿Y si cada noche de su verdadera vida conformase una existencia por si misma?

Podría ser realidad: cada noche la muerte nos acuna durante unas cuantas horas en su regazo, cuidando de quien sabe formará en sus filas tarde o temprano. Cerramos los ojos, y con eso morimos, sin más, para después volver a entrar en el sendero de la vida. Hasta que las parcas reciben la orden de efectuar su cometido.

Volvió a acostarse, esperando que todo hubiese sido una fútil pesadilla. ¿Y si alguna vez despertases y descubrieses que todo ha sido falso?

Por si acaso, mientras, abrázame.

2 comentarios:

Leteo dijo...

Una idea muy muy interesante eh! Y estremecedora! Me dan ganas de volver a plagiarte!! Jaja!

Muy bien escrito, amigo!

Un abrazo!

Jesús V.S. dijo...

Puedes plagiarme cuando quieras, pero sin descaro eeh? ;-) Un abrazo fuerte amigo.