jueves, 24 de junio de 2010

Noche de brujas

Noche de brujas. Y creo que ahora estoy más embrujado que nunca. El ambiente ahí afuera es suave, un poco cínico incluso. Una noche fullera, de esas a las que les gusta engañarnos.

La noche más corta y más mágica de todo el año, dicen. Hogueras. Algunas incluso repletas de vanidades. Y yo todavía esperando a que me enseñes cuál es el truco que has usado conmigo, pero para eso tienes que sobrevivir a esta noche de solsticio. Porque estoy seguro de que guardas magia o algo así en esa sonrisa. Y hoy es noche peligrosa, huye, refúgiate. Si quieres tengo sábanas para ayudarte.

Y me gustaría que me permitieses descubrir otro de los grandes secretos mágicos: la fotografía. El secreto alquímico que guarda ese carrete de veinticuatro exposiciones que quizá algún día me dejes hacerte. Porque siento terribles ganas de inmortalizar cada sonrisa y cada mirada divertida que desfilan por tu cara, desde que te conocí y te escondiste un segundo detrás de aquella taza de café cálido de invierno.

Tal vez vaya corriendo, aún estoy a tiempo, a la hoguera, con mis deseos escritos en un papel cortado con los dedos rápidamente. Pero… la verdad es que no sé muy bien si hay que echar los deseos que quieres que se cumplan o todo aquello que no deseas al fuego. Y tengo miedo a equivocarme. ¿Me acompañas y después nos escondemos juntos?

1 comentario:

MoT dijo...

Embrujado eh¿? Mi madre me decís siempre que esa noche era para pasear y y pedirle deseos a la luna mientras te ilumina. :) Va acercnándose la hora de nuestro café escritor. Espero que disculpes la tardanza.

Un besin