Ante un cristal que devuelve reflejo y que no existe a la vez. Enmarcado en un autoretrato cubista que perfectamente podría haber sido dibujado por algún pintor fracasado de hace unos 60 años, más o menos. Sorprendido en lo profundo de mis pensamientos, cuando me descubro a mi mismo con la mirada perdida, pensando en vano, sin nada que pensar. Buscando en mi cuarto incesantemente una puerta en un armario. Una abertura oculta entre mis ropas que me transporte a algún mundo mejor, en el que existan faunos, sátiros -que interesantes seres- o Megaras convertidas en princesas de una noche, o dos...
Me sorprendo, decía, pensando con la mente de un niño y actuando, a veces, con las ideas de un bombero -no le busquéis respuestas, ya he dicho que era sorprendente. Siempre con un bolígrafo en la mano, y si no en el bolsillo, para que me ayude a describir momentos, encuadrados bajo el marco natural que me ofrece mi ventana, sea cual sea en la que apoyo mis brazos en ese momento. Eso no tiene importancia ahora.
Encarando la relación que mantengo con aquella mujer -a veces arpía- a la que llaman vida. Y haciéndolo con energía y altibajos; con filosofía, según dicen algunos -aunque nunca entendí qué significa exactamente eso-, y tratando de basar mis visiones en los pequeños matices que los días toman, y no en lo rutinario de estos, que es lo más visible. Optimista, soñador, rastreo cuentos que guardar bajo la manga. Así aguardo la llegada de algo, de alguien, de qué...
Me sorprendo, decía, pensando con la mente de un niño y actuando, a veces, con las ideas de un bombero -no le busquéis respuestas, ya he dicho que era sorprendente. Siempre con un bolígrafo en la mano, y si no en el bolsillo, para que me ayude a describir momentos, encuadrados bajo el marco natural que me ofrece mi ventana, sea cual sea en la que apoyo mis brazos en ese momento. Eso no tiene importancia ahora.
Encarando la relación que mantengo con aquella mujer -a veces arpía- a la que llaman vida. Y haciéndolo con energía y altibajos; con filosofía, según dicen algunos -aunque nunca entendí qué significa exactamente eso-, y tratando de basar mis visiones en los pequeños matices que los días toman, y no en lo rutinario de estos, que es lo más visible. Optimista, soñador, rastreo cuentos que guardar bajo la manga. Así aguardo la llegada de algo, de alguien, de qué...